En una tranquila casa en el corazón de la ciudad, tres hermanas compartían sus vidas con sus padres. La mayor de ellas, Mariana, estudiaba Ciencias de la Salud y un día llegó a casa con dos cráneos humanos: uno femenino y otro masculino, como parte de sus estudios. Estos objetos, aunque intrigantes, pronto se convirtieron en el epicentro de una serie de eventos inexplicables que cambiarían la percepción de la familia para siempre.
El silencio de la noche solía ser el refugio perfecto para Camila, la hermana menor. Amante de los videojuegos, aprovechaba la madrugada para sumergirse en sus aventuras digitales, evitando así las interrupciones de su padre. Pero una noche, mientras jugaba en su habitación, un escalofrío recorrió su espalda, la piel se le erizó. Sentía como si alguien caminara detrás de ella, aunque al girarse no había nadie.
Decidida a ignorar el miedo, continuó jugando, cuando de repente, escuchó un suave golpeteo en la puerta de vidrio de su habitación, fueron 3 golpes. Pensando que era su padre, cerró rápidamente las ventanas de juego y se quedó callada, pero el sonido cesó sin que nadie apareciera, esto sucedió por 3 veces, ella llamo, ¿papá?, ¿Mariana?. Era como si las sombras de la noche cobraran vida, jugando con su mente.
La tercera experiencia fue la más perturbadora. Mientras estaba absorta en su juego, sintió una mirada fija sobre ella. Al voltear, vio la figura de un adulto mayor, vestido de blanco, observando su partida con una expresión imperturbable. El miedo la paralizó por un instante antes de que pudiera encender las luces, solo para descubrir que estaba completamente sola.
La presencia de los cráneos en casa parecía haber despertado algo más que simples recuerdos del pasado. Era como si las almas de los dueños de esos cráneos hubieran decidido hacer una visita, recordándoles a las hermanas que la línea entre nuestro mundo y el más allá puede ser tan delgada como una puerta entreabierta.
Pero, ella no fue la unica que sintió esta presencia, no solo del varon sino tambien de la presencia femenina. Los padres no tardaron mucho en llamar a un sacerdote quien hizo sus ritos de limpieza. Las apariciones calmaron pero... solo fue la calma de la presencia femenina.
Desde aquella noche, Camila ya no juega sola en la madrugada, y las hermanas han aprendido a convivir con lo inexplicable, aceptando que algunas historias están destinadas a permanecer en el misterio.
¿Qué hubiesen hecho ante una situacion similar?
¿Alguna coincidencia con temas de la biblia y los tres golpes?
¿Tuvieron alguna experiencia paranormal en alguna oportunidad?
¿Creerían si les digo que es una historia real?
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