Perfecta Imperfeccion: Fiesta de Graduación

7 de Junio, mis amigos y compañeros de promoción van llegando uno a uno, con sus familiares o solos. Fue una semana de mucho trabajo en especial para la comisión organizadora, Ana, Meli y Marco y todos los demás que apoyamos. Se refleja en nuestros rostros mucho nerviosismo, anoche nos reunimos para hacer el video de recopilación de fotos, es por ello también que hay sueño, pero nos alegra mucho este día, por fin llego la ceremonia, que planeamos hace mucho. Por la mañana es una ceremonia con las autoridades de la universidad, y por la noche la fiesta de gala.

Nos preparamos, ayudamos a ponernos las togas, fotos a los desprevenidos (fui uno de ellos), algunos videos para el recuerdo. Nos dan los últimos alcances de cómo debemos llevar toda la ceremonia. Pero a todo esto nuestros corazones se acelera poco a poco, los minutos corren y los invitados empiezan a llegar, los minutos siguen su curso, no espera a la llegada de las autoridades, se nota en nuestros invitados que los estamos haciendo esperan ya mucho. Cada uno va buscando su ubicación respectiva, abren el gran telón del Auditorio de la universidad, los calidos aplausos nos reciben. Los nervios me hacen sonreír tímidamente, y mi corazón se acelera. Un nudo en la garganta me casi no me deja respirar nos miramos entre mis amigos, y el maestro de ceremonia empieza su trabajo. Son mucho sentimientos que vamos encontrando en ese momento, tristeza hacen que honestos ojos quieran empozarse, la voz se pone entre cortada. Mis manos entrelazan entre cada uno de mis dedos. Nos llaman a Analy y a mí, para hablar acerca de mi promoción de esos recuerdos que revivimos ahí. Unos a uno de mis compañeros. Se acabo la ceremonia las fotos, lanzamos los ribetes al aire.

Se sintió algo lindo, no se en que momento sentí que volaba, o es que dijeron... “Carguen a Wally”… y yo estaba siendo lanzado hacia a arriba. Fue una mañana que no se olvida, se que seguirá con cada uno de nosotros porque lo que se reflejo esa mañana no solo fue una ceremonia, se hizo sentir el amor y la unión que hay en cada uno de nosotros; gracias a cada uno por hacer que todo salga bien.

Pero ni que hablar de la fiesta, claro que como toda ceremonia tuvimos percances, o sino pregúntenle a Alberto. Pero a todo esto la fiesta estuvo al mil. La comida, la música no estuvo mal, pero lo mejor fue la gente, nuestros familiares, amigos y todo, hasta los grillos que por ahí aparecieron (ja). La noche se iba tornando algo movediza o eran el alcohol en la sangre que iba haciendo efecto, la personas se iban yendo y dejaron desprevenido a Marco, después de un grito de guerra nuevamente esa voz se hizo escuchar… “Carguen al Mudo”… y vimos como el mudo flotaba por los aires, lo abrazos que nos dábamos eran infinitos. Ahora quizás se sienta que lo que se vive en la universidad es una de las etapas tan bonitas que se vive, donde se aprende no solo de la carrera que escogiste seguir, sino de la amistad, de las juergas, de los desvelos, las escapadas de clases. Sino los viviste en el colegio ahí las aprendes pues los grandes amigos que poco a poco se van alejando, y buscan excusa alguna para reunirse y por uno u otra razón no pueden estar juntos. Y añoras esos días en los que podías decir saliendo de clases nos vamos a comer quien se apunta, ahora cada quien tiene lo suyo, ahora cado uno de nosotros esta con alguien y a veces no hay permiso para reunirse, esta también de por medio el trabajo, un sin fin de excusas.